martes, 14 de febrero de 2012

Creaciones de 6º EP


Taller literario

Los alumnos y alumnas de 6º han puesto su imaginación a volar y la pluma a escribir y nos han obsequiado con estas maravillosas poesías e historias en las que el Arco de Trajano es el protagonista. Esperamos que disfrutéis con su lectura igual que ellos han disfrutado con su creación.

En el arco de Trajano

    Hace mucho tiempo en Emérita Augusta se construyó un arco, que era la puerta de la ciudad, al que dieron por nombre “Arco
de Trajano”.
    Un día, a sus pies, dos niños, que jugaban con espadas de madera, desaparecieron como por arte de magia. Los niños, en realidad, no habían desaparecido sino que habían caído en una especie de hoyo profundo.
     Gritaron, gritaron, pero nadie los escuchaba. Los chicos se dieron cuenta de que la única forma de salir de allí era a través de un pasadizo muy estrecho que, finalmente, habían localizado. Caminaron durante varias horas hasta que, por fin, vieron que, a través de una reja, entraba un rayito de luz. Salieron y se encontraron con un enorme león hambriento…¡estaban en el anfiteatro! Atemorizados, volvieron a cruzar la reja y la cerraron. De regreso encontraron un nuevo camino que les llevó hasta… ¿qué era aquello? ¡Ah, sí!...debía ser  un templo, “El templo de Diana”. Allí, vieron a la gente que iba a visitar a la diosa y, además, había una gran vigilancia, con soldados por todas partes. Observaron que había una escalera, la subieron y consiguieron escapar.
    Al día siguiente volvieron al arco de Trajano porque querían volver a entrar y seguir explorando esta ciudad subterránea, pero el agujero… ya no estaba allí. ¿Habría sido todo un sueño?
  
Daniel Nieto 6º B


El arco de Trajano

    En mi ciudad, Mérida, hay un monumento majestuoso llamado “Arco de Trajano”. Me han dicho que mide 13,97 metros de alto y que tiene 5,70 metros de ancho.
    Se encuentra en la calle Trajano, cerca de la Plaza de España.
    Para su construcción se empleó granito recubierto de mármol, aunque este último material ya no se ve; t.al vez lo robaran o, con el tiempo, se haya ido perdiendo poco a poco
    Además,  hay quien cuenta que daba acceso al Foro Provincial
de la Lusitania y, también, mucha gente cree que sólo era un monumento más como tantos otros y que tampoco se conoce con seguridad quién lo mandó construir. Pero…¿quién sabe? Yo creo que todos esos detalles sólo los sabrían los romanos, ya que ellos fueron los que lo levantaron.  


Iván Wong 6ºB

POEMAS

El Arco de Trajano

El arco de Trajano

todos los días

ve pasar a los niños 

con mucha alegría.


El pobre arco

cada día más se entristece;

tiene que estar ahí,

quieto, sin moverse.


Un día, un niño,

 se quedó a admirarlo,

pero, después de un rato,

pasó de largo.


Fue a por sus amigos

y se los trajo a los tres,

al arco querían volver

y poder verlo otra vez. 


                                                                         Yaiza Sánchez      6º  B



Al Arco de trajano


¡Qué hermoso, qué bello,

Contemplar el arco

es como un sueño!


Por tu puerta pasaron los romanos

y hasta la fecha todos disfrutamos

con tu belleza.


¡Qué orgullo para tu pueblo

tener este monumento,

que con el paso del tiempo,  

aún se nos muestra inmenso!  


Todo el que a visitarlo viene,

alucinado enmudece,

pues, a pesar de los años,

firme y alto se mantiene.

        Carlos López        6º  B


Arco de Trajano


¿Quién sería aquel fulano

al que llamaban Trajano,

que da nombre a mi colegio

al que acudo muy contento

con mi madre de la mano?


Dicen que era un romano,

que fue un gran soberano,

se llamaba Marco Ulpio

y de su tiempo guardamos

un famosísimo arco

también llamado Trajano.

                                                                                 Alexander Plantón Jarmolowick   6ºB


ElEl arco de Trajano

Fue al pasar por allí cuando lo descubrí.

¡Qué emocionante llegó a ser ese instante!

Lo veía con tanta claridad,

y está aquí, en mi localidad.

De mármol y granito, ¡qué preciosidad!

De carácter triunfal, del foro provincial.

Nos deja cuando lo vemos

un recuerdo muy especial.

                                                                                     Juan Romero Gómez    6º B


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